Dialogo con Nadie

Querido Diario:

Estoy sola y angustiada. El día catorce de Junio mandaron reprimir brutalmente a unos manifestantes. Hoy sale el profesor D’Elia y cita el artículo 21 de la Constitución Nacional.

El catorce estaban todos en la Plaza, menos YO Cristina PresidenTA. Todos, Moreno, Garré; esta trianguladota (¡Como la odio!); mi querida madre putativa Hebita. ¡Y con el poncho que YO le regalé!, que afecto, que cariño interesado… ¡Hasta el Néstor fue!.

Y YO que soy la PresidenTA, acá, en casa sola…

Tenían razón los que decían que YO Cristina PresidenTA no puedo dar más discursos. No es tan así, querido diario, en realidad no me dejan.

“Podría haber cedido y decir: el gobierno y el campo están en orden ¡feliz día de la bandera! Convoco a todos a trabajar en paz y comprometerse contra la pobreza y a favor de la redistribución del ingreso”; podría haber dicho también: “Debemos hablar y no imponer” y también decirles: “Tiendo la mano a todos. Si alguien se sintió ofendido por algo, le pido perdón”….

Podría, pero NO!, no me dejan… es que el de la “corneta” o el del “cuerno”, ya no me acuerdo, no me deja.

Dice que “esta todo bien”, que “son cuatro personas que quieren que aumenten los precios de la comida y me convence cuando dice que eso incluye el botox y las carteras”.

Y además “que si no los paramos a esos cuatro –oligarcas y golpistas los llama- los viajes al exterior se van a suspender, porque si no los paramos se va a notar mucho el gasto de los mismos”, así me dice, y YO Cristina PresidenTA le creo.

Además ahora ese ruido que escucho a lo lejos, a pesar de los calmantes…
¿Son llamadores de Ángeles?, esos aparatitos con cañitos que al abrirse una puerta avisan que ha entrado alguien…

¿Pero quien puede haber entrado aquí?...

Pero tengo la impresión, muy fuerte, que ya me empiezan a llamar “Crisis-tina”. ¡Y no se porque!

¡Hay Tolosa!, que será de vos…

…tanto te he ignorado. Y si, es culpa de ella; quiso salvarme la vida pero hoy creo que me la arruino.

¡Hay Tolosa!, pueblito mío, había tantos llamadores de ángeles ahí. Uno en cada negocio. Uno en cada casa…

¿Por qué, papá, tuviste que hacer aquello?, ¿Por qué, mamá, tuviste que actuar así?.

¡Y esos chin, chin, constantes de los llamadores de ángeles!, ¡porque no los callan!, Dios como suenan…

…¿Habrán dejado la puerta abierta?...

No creo desde que el doctor me da estas pastillas, me controlan mucho…, solo me dejan escribir. Pero yo quiero gobernar; YO Cristina PresidenTA quiero hablar…

¡Esos chin chin, que significan!..., ¡Quien está llamando ángeles!...

- Usted.

-¿Quién dijo eso?

-Fui yo.

-¿Quien es usted?, no lo veo, ¿Dónde está?, ¿Cúal es su nombre?,

-Mi nombre, -como el de Ulises- Señora, para usted es: Nadie.

-¿Por qué a entrado aquí?, y… ¿Cómo lo hizo si está todo cerrado?....

-Tengo esa facultad. No me pregunte. No quiera saber más.

-¿Y que hace aquí?

- Vengo a ayudarla, Señora, usted está demasiado sola.

-¡Eso es imposible! ¡Usted es un golpista oligarca que solo quiere hacerme mal!, ¡Usted es uno mas de los confabulados en mi contra y de Néstor!, ¡Usted es un traidor, genocida, gorila, fasistoide, noventista y traidor!...

-¿Y que va ha hacer al respecto, Señora, si ni siquiera me ve?

-¡Voy a acusarlo!, voy a denunciarlo a usted y a todos los que quieran derrocar a este gobierno fraudulentamente elegido por el pueblo. ¡Voy a convocar a todos y a todas a la Plaza, se lo diré al profesor de cachiporra!, Ya verá, usted y todos los golpistas. Lo diré me van a dejar hacerlo. Tienen que dejarme…

-Muy bien, Señora. Dígalo nomás:
Diga que Nadie es un golpista oligarca; diga que Nadie quiere derrocar este gobierno; diga que Nadie está confabulado contra usted y Néstor;.
Diga que Nadie es un traidor; un genocida; un gorila; un fasistoide; un noventista y por sobre todo diga que Nadie es un traidor.
Dígalo, Señora. Le va a ir mejor. Se lo aseguro. ¿Vio?, le dije que la venía a ayudar. Y lo he hecho.

-Usted hoy me ha vencido… …¿volverá?

-Tal vez.